dilluns, de novembre 16, 2009

santa medicina


Este matí hem comprovat que al nostre metge de capçalera (a qui m'abstindré de qualificar però que té tela) li ajuda una estudiant del CEU. Que la té de pràctiques, vamos. Què com ho sé? Perquè duia la bata amb l'escut ben gran i perquè no m'estranya gens, ja que crec que forma part dels plans del CEU de fer-se l'ama de València (ja els queda ben poc).

I ara me pregunte. Quin tipo d'acord xanxurllero tenen la Generalitat i la Universitat Catòlica per a que els alumnes d'una uni privadíssima i catoliquíssima facen les pràctiques en centres públics? Quants sous s'està estalviant la Generalitat (on hi ha gent de pràctiques no hi ha gent treballant, ni cobrant, per descomptat) i quants diners en formació el CEU? I també em pregunte, qui vol ser atés per metges i infermeres formats a la catòlica? Jo preferisc que m'atenguen persones en coneixements científics i no en coneixements filtrats per creences religioses. Qualsevol dia venen en la sangonera per a curar-nos un ull de poll. Estan bojos, estos polítics i estos metges.

En alemany, zum Art gehen, que vol dir anar al metge. I la imatge és de Ron Mueck.

divendres, de novembre 13, 2009

de la teoria a la pràctica



Los beneficios de tocar un instrumento

Practicar de forma habitual mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial.

La música es un creciente campo de investigación en la manera de entender los procesos mentales implicados en el comportamiento. Una investigación reciente asegura que la práctica musical se asocia con la plasticidad estructural y funcional del cerebro que, a su vez, confirma que éste puede ser modelado a través de la experiencia. Por este motivo, cada vez más especialistas recomiendan una formación musical para mejorar las habilidades lectoras y de escritura, sobre todo, en niños con dislexia.

Durante la última década se ha generalizado la investigación con músicos profesionales para el estudio de la plasticidad del cerebro. El motivo parece claro: para lograr una gran velocidad en los dedos, un músico necesita un gran entrenamiento mental. Un estudio realizado hace varios años ya concluía que un buen pianista o violinista pueden llegar a practicar 7.500 horas antes de cumplir 18 años. Los trabajos elaborados con este grupo parecen verificar los beneficios que experimenta la fisiología cerebral cuando se aprende a tocar un instrumento. Lutz Jäncke, profesor del Instituto Tecnológico de Zúrich (Suiza), ha recogido la mayor parte de los estudios realizados en la página web "Faculty of 1000", donde más de 2.000 científicos relevantes opinan sobre la investigación científica principal.

Mejorar la inteligencia

Jäncke propone la música como terapia neuropsicológica, ya que mejora, sin duda, las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial (capacidad para percibir de forma detallada el mundo y formar imágenes mentales de los objetos). Esta última es fundamental para los pensamientos de la vida cotidiana, desde solucionar problemas matemáticos complejos hasta envolver el almuerzo diario.

Un estudio llevado a cabo con niños de seis años, a quienes se enseñó a tocar un instrumento durante 15 meses seguidos, demostró que, al final del entrenamiento musical, todos los menores experimentaron cambios en su anatomía cerebral. Las áreas usadas para procesar la música resultaron ser mayores y más activas. Publicado recientemente en la revista "Journal of Neuroscience", es el primer estudio que se realiza sobre esta temática.

Las regiones afectadas empiezan a cambiar, incluso, a los pocos meses de iniciar el entrenamiento musical. Otra investigación canadiense de la Universidad McMaster, elaborada en 2006, señalaba que los cambios se comienzan a detectar a partir de los cuatro meses de enseñanza.

Terapia musical

Las regiones del cerebro implicadas en el procesamiento de la música también son necesarias para otras tareas, como la memoria o habilidades del lenguaje. Por tanto, "si la música tiene una fuerte influencia en la plasticidad del cerebro, es posible que este mismo efecto pueda utilizarse para mejorar el rendimiento cognitivo", asegura Jäncke. Por este motivo, propone aprender a tocar un instrumento como terapia neurocognitiva. Uno de los estudios más importantes en este sentido lo realizó Teppo Sarkamo, neurólogo de la universidad de Helsinki, en 2008.

En él, intentó examinar si escuchar música a diario aumentaba las probabilidades de recuperar las funciones neurocognitivas y del estado de ánimo tras un accidente cerebrovascular (ictus). Los resultados mostraron una mejora significativa en la recuperación de la memoria verbal y de la capacidad de atención. También hubo una mejora sustancial del estado de ánimo. Según Jäncke, la música puede utilizarse como una herramienta no invasiva para terapias neurológicas. La formación musical, además, podría mejorar las habilidades lectoras y de escritura, más si se utiliza con niños disléxicos.

Todo ventajas

Además de los beneficios fisiológicos citados, la práctica de tocar mejora el estado anímico de los niños y su relación con los demás. Carolyn Phillips, directora ejecutiva de la Joven Sinfónica de Norwalk es autora de "Twelve Benefits of Music Education", donde enumera las ventajas globales de la música. En el terreno individual, tocar un instrumento convierte a quien lo hace en una persona metódica que cuida los detalles (de lo contrario, no suena bien), planifica bien las tareas y tiene mucha capacidad de atención. Esta conducta puede trasladarse a la labor propia del estudiante, a quien se exige calidad y resultados.

La música es un medio de expresión, y una consecuencia de ello es una buena autoestima. Enseña a los jóvenes a vencer el miedo y asumir riesgos, aporta seguridad y autoconfianza. Si se forma parte de una orquesta o grupo, la práctica mejora el trabajo en equipo (para lograr un objetivo único) y la disciplina: para que una orquesta suene bien, el conjunto debe trabajar en armonía. Favorece el compromiso para aprender, asistir a los ensayos y practicar en casa.

MI PRIMER INSTRUMENTO MUSICAL

Los niños atraviesan un periodo en el que la melodía y el ruido son lo mismo: un simple efecto sonoro. En este aprendizaje, cualquier instrumento de percusión es su favorito, y cualquier elemento es susceptible de ser un tambor. El psicólogo Jean Piaget asegura que en este momento el niño tiene delante un objeto de curiosidad por descubrir. Pero llega un momento en que el niño, si muestra interés por la música, querrá ir más allá. La mejor edad para iniciarse en el estudio musical, con un instrumento "de verdad", es a partir de los cinco años.

Sin embargo, no se recomienda a los padres imponer este aprendizaje y se aconseja que sea el propio niño quien escoja el instrumento que quiere aprender a tocar, si bien el piano y la flauta son los dos que menos exigen a los niños de esta edad. Si se decide contratar a un profesor, es esencial que éste tenga experiencia previa con niños muy pequeños, ya que el aprendizaje difiere al de los adultos. La enseñanza más adecuada a estas edades aprovecha la imaginación y la espontaneidad del menor, en lugar de imponer una disciplina cerrada, con el objetivo de que las clases se conviertan en una sesión de juegos con música y movimiento, no una tarea obligatoria.



Mentre anava llegint aquest article de la revista consumer que m'ha enviat Lola (gràcies!) anava pensant en una cosa que últimament m'ocupa, qué és que no puc parar de vore com, moltes vegades, massa vegades, s'allunya la teoria de la pràctica.

El que més m'ha cridat l'atenció és l'epígraf Todo son ventajas. Ni que ens volgueren vendre un cotxe, un pla d'estalvis o una batedora. En teoría sí,a l'estudiar un instrument tot són avantatges. En teoria. Lamentablement ací a la Comunitat Valenciana les coses no funcionen aixina i crec que més bé, el que aconseguixes estudiant música són mals vicis, pensaments negatius cap a la teua persona i prejudicis cap als companys. Ací l'estudi és una trista competició per a arribar a tindre un lloc de treball còmode. i a poder ser vitalici. Millorar el teu estat anímic, ser metòdic, desenvolupar la teua autoestima, vèncer les pors i incentivar el treball en equip, ací i avui són utopies. Riga's senyor Moro de la seua!

La crítica al company, la burla del treball i el descrèdit de la preparació estan de moda. Si vols fer alguna cosa un poc més enllà t'has de blindar contra l'ambient, i això no resulta fàcil. El model que se'ns ven a classe dia a dia és que açò és un caxondeo, que tot val i que estudiar és de bobos.


L'estudi de l'instrument és dur física i psicològicament. Has d'estar molt entrenat, ha de ser un procés gradual i natural, mitjançant una preparació diària i amb el recolçament d'algú que estiga molt ben centrat i que et puga ensenyar musical i tècnicament l'instrument i també orientar anímicament. I això no és fàcil. De fet, quasi ni es dona. És difícil perquè durant molt de temps el nostre país ha estat prou tancat al món i la gent no ha eixit. S'ha creat un micromón sense competència on els que tocaven bé ho feien per intuició i sense saber com. Aixina no es pot ensenyar. Es creen dinàmiques equivocades, en les que no cap la milloria, perquè jo faig les meues coses millor que ningú, a vore si ara ha de vindre algú a ensenyar-me a mi.

Bé, que m'estic desviant. El que volia dir és que en teoria, l'estudi musical és una cosa super positiva. Si no, llegiu un poc sobre el Sistema d'Orquestres Juvenils i Infantils de Venezuela (tot i que sospito que ací la realitat també es deu allunyar un poc del que ens venen, però com a idea me pareix fenomenal). Però en la pràctica resulta prou més dur del que la revista ens diu. Se suposa que les coses haurien de funcionar tal i com allí indica, però no podem viure a base de suposicions ni instal·lar-nos en els "hauria". El que hi ha és açò i tenim dues opcions, formar-nos i lluitar per a intentar contribuir a l'apropament de la teoria i la pràctica, o bé seguir vivint en aquesta pràctica mentre ens queixem per no tindre l'utopia teòrica.

Les imatges són de Terpsicore i Euterpe, a vore si ens inspiren un poquet. En Alemany, das war's, que vol dir això és tot.